Embajador de Recios

La enorme figura de un Tauren se perfila en la entrada, las manos vuelan prestas hacia las espadas hasta que se distingue el blanco tabardo de Recios que porta...

- Maldita sea, Tauren, no tienes otra forma de llegar? casi provocas un conflicto diplomatico.... otro - Sonrie Aleksan mientras apura su jarra al fondo de la habitacion.

- Saludos Ecos de Lordaeron -El tauren habla, y aunque sus palabras son claras, el tono de su voz recuerda al frio amanecer gris sobre un campo de batalla...- Me llamo Ragtorak, soy el nuevo embajador de Recios...

- Y por la luz que estas hecho todo un pedazo de embajador!- Responde Aleksan interrumpiendo al enorme Tauren... De golpe, la sala se queda en silencio mientras Martillaco se lleva las manos al rostro, Aleksan se fija y ve con horror como el cuerpo del tauren esta creado a partir de trozos de varios Taurens, sin duda uno de los horrores de Arthas que consiguio liberarse y que Recios acojio...- Esto... yo... es que desde aqui veo turbio..

Queria venir a saludaros - continuo el tauren sin prestar importancia al desafortunado comentario- y a ofreceros mis servicios como mediador con mi hermandad, aunque seria una grata sorpresa comprobar que las unicas veces que nos encontremos sean para compartir unas cervezas o para luchar contra el rey exanime codo con codo...

Ademas, Ultimamente las situacion entre la alianza y la horda se ha tensado mas si cabe, y aunque no albergamos ninguna duda en la solidez de nuestra relacion, queria constatarlo en persona.

¡Asi sea! Te reconocemos como tal. A partir de ahora, responderás por todos los actos de Recios. Tanto nobles, como pervesos.

Tankhauser.-

Buenas tardes y bienvenido anuestro foro... nos perdonas un momento???

Danaeh se acerca a Tankhauser y le coge de las orejas para llevarselo a un lado.
- Vamos a ver, saludar y ser respetuoso esta bien, pero deja los temas diplomaticos a Aleksan que para eso es el embajador, y si no deja que un oficial diga lo que sea, que tu solo eres un portero como yo! Tu no puedes reconocer ni los mocos que te sacas de la nariz asique , chiton!
Danaeh suelta al draenei y se gira hacia el tauren.
- Perdona solo estaba aclarando unas cosillas con mi hermano, ahora ponte comodo que seguramente vendra un oficial a saludarte y esas cosas que se hacen con los recios ( es decir trolear tu hilo) xD

Bienvenido

Yo no es por mal meter, bueno si que leche.

" Danaeh, el Sr. Tauren ha venido a saludar a Ecos de Lordaeron pero todavia no ha comentado nada de La custodia Áurea. jejeje."

Esto me va a suponer un capon pero me hacia gracia decirlo.

Danaeh escribió:
- Perdona solo estaba aclarando unas cosillas con mi hermano, ahora ponte comodo que seguramente vendra un oficial a saludarte y esas cosas que se hacen con los recios ( es decir trolear tu hilo) xD

Bienvenido

Claaaro que si!!! y aqui esta un oficial de tu guild pa saludar al tauren, no te preocupes tu mujer!XDDDDDDDD
QUe pacha señor tauren!, como andamos?, Bueno, como oficial de la guild de la señorita Dana, La custodia Áurea, le doy una cordial bienvenida al foro de Ecos de Lordaeron!, sientete como en tu casa....yo lo hago^^
( tenia que seguir con la coña^^ no podia evitarlo)

(pss no se como se borra el mensaje,asi que por lo menos dejo esto puesto xD)

Está guay ver como contestais a un asunto diplomático gente que no sois de Ecos...

xD

La relación con Recios siempre ha sido muy buena, si bien es cierto que últimamente hemos perdido un poco el contacto no quiere decir que no recordemos y respetemos a nuestros viejos aliados los Recios.

Ragtorak, sientete en tu casa.

Gracias Maese Martillaco, pero permitame y no se ofenda, que me sienta nada mas que como invitado, pues casa no tengo mas que una, y aunque esta compañia pueda llegar a serme muy grata, no puedo compararlas...

Caballero negro, ¿vengo en calidad de embajador y nos tildais de traidores? Y ademas, ¿demandais un respeto al que con vuestras propias palabras faltais??

Si teneis algo que decir, exponedlo aqui o en nuestra embajada y gustoso lo discutire con vuestra merced, pero no considero que sea una manera juiciosa de entablar conversacion...

Maese Martillaco, tiene razon en que hemos perdido el contacto, pero al igual que vuestra merced, Recios tampoco olvida, y es, en estos tiempos aciagos, donde debemos tener claro de quien cubrir nuestras espaldas y a quien tender nuestro escudo para protegerlo de la saeta envenenada...

Asi pues...

Ecos de Lordaeron, os pregunto, podemos seguir sintiendonos orgullosos de manteneros en nuestra lista blanca?
Puedo seguir sonriendo cuando vea a los Ecos de Lordaeron cargar contra Arthas?

//Ragtorak mira al Caballero negro

o tendre que preocuparme tambien de mi retaguardia?

El caballero no pertenece a Ecos propiamente dicho...demasiado largo para explicar si me permites el ahorrarmelo tauren, pero no te preocupes que tu retaguardia no corre peligro por lo que a el respecta. Eso si, si en algún momento este caballero, del que respondo pese a todo, levantara su espada contra vosotros...el honor para con mis hermanos me dice que te pida que por favor recuerdes mirar el nombre que luce su estandarte antes de venir a pedir explicaciones a Ecos por cualquier comportamiento que tenga...y seguro entenderas que no es a ellos a quien debes retirar lealtad.

Y..con vuestro permiso, antes de que se le caliente la boca, que le pasa con excesiva frecuencia, me lo llevo de aquí y de paso me retiro yo también llevandome a la cazadora Danaeh del brazo conmigo, o Martillaco me va a echar a mi a patadas

Joo, Dana, ese estirón ha dolido...

Dichoso Ecos, ¿dónde quedan las "oportunidades de promoción interna" que se citaban en la oferta de empleo del WindStorm Chronicles?

Ains...

pero si eres el maintak en la inmensa mayoria de los bosses, que as promocion interna quieres

Sin duda Ragtorak, podeis seguir manteniendonos en vuestra lista blanca, así como vosotros nunca habeis desaparecido de la nuestra.

Siempre puede haber despistes o malentendidos por parte de alguno de nuestros miembros más noveles, pero todos seguimos respetando a los Recios como siempre hemos hecho.

Transmite a tus hermanos este mensaje, y que nuestro hermanamiento no termine nunca, que en estos tiempos en los que la plaga campa a sus anchas por Rasganorte toda ayuda es poca.

Además, sigo pensando que podríamos coincidir en algún momento en algún punto neutral de Azeroth, para hacer más presente si cabe nuestra alianza.

Martillaco observaba nervioso al embajador Hordo mientras miraba en todas direcciones... "¿Dónde estará ese mendrugo?" piensa para sí. Con un sencillo gesto indicó a Ragtorak que esperase sentado un momento mientras él salía un segundo de la instancia.

Una vez fuera del salón de recepción de invitados Martillaco pegó un sonoro grito:

- ¿Alguien ha visto al desgraciado de Aleksan? ¡¡Tenemos invitados esperando y no aparece!!

Nibea, que se encontraba registrando los cajones donde se guardaba la cubertería de plata, se quedó petrificada ante la súbita entrada del draenei, y para disimular le respondio rapidamente:

- Le he visto llegar esta mañana dando tumbos... me ha parecido que se metia por ahí.

La gnoma señaló un pasillo que conducía a las cocinas de la Hermandad.

- Gracias Nibea - respondió amablemente Martillaco.
- A mandar, jefe.

Martillaco empezó a andar, pero rapidamente se detuvo y se giró hacia la gnoma.

- Oye... ¿y tu qué estás buscando en esos armarios?
- Emm... esto... - respondió la gnoma rascándose el colodrillo.

Martillaco observó seriamente a la gnoma, pero de repente un ruido seco sonó detrás suyo. Se giró para mirar qué era, pero al no ver nada extraño volvió la mirada a la pequeña pícara. O mejor dicho... volvió la mirada a donde antes estaba la pequeña pícara, ya que Nibea ya había desaparecido.

- Ay... Luz Sagrada... dame paciencia... - rezó Martillaco.

El draenei se dirigió hacia la cocina andando por un largo pasillo, pero al pasar por delante de una puerta le pareció oir un gruñido lleno de violencia y fuerte expectoración. Asustado por si un asesino enviado por Arthas se había colado dentro de las instancias de la Hermandad, se preparó para la pelea antes de abrir. De una fuerte patada tiró abajo la puerta, y se encontró con que era una pequeña habitación donde guardaban los mochos, fregonas y trapos para limpiar.

Y entre todos esos aparejos se encontraba Aleksan.

Tirado en el suelo bocarriba, abierto de piernas, roncando como un jabalí, y con un par de bolsas de basura tapándole a modo de mantas. A su alrededor esparcidas por el suelo había unas cuantas botellas de vino vacias.

- ... tranquilo, recuerda los verdes paisajes de Draenor... tranquilidad... sosiego y calma... necesito más paciencia... ¡¡¡¡¡¡ALEKSAN!!!!!!!

El Paladín Humano pegó un alarido de terror ante el grito del dranei y se levantó como un resorte, asustando de igual modo a Martillaco.

- ¡¡¡Arrggg!!!
- ¡¡¡Arrggg!!!
- ¡¡Joder!! ¿Pero qué pasa? - preguntó Aleksan.
- ¡Maldito susto me has dado! - dijo Martillaco.
- ¡Aún será culpa mia, yo estaba durmiendo tranquilamente! - dijo Aleksan.
- ¡En horas de trabajo! ¡Tienes al embajador de Recios esperandote en la recepción para hablar contigo! - gritó Martillaco.
- Puff, no jodas... ¿y qué quieren ahora?
- ¿¡Y a mi qué me cuentas!? ¿No eres tu el relaciones públicas, nuestro embajador, nuestro puente con la Horda? - preguntó Martillaco.
- ¿No eres tu nuestro embaja... bla bla bla... zzzzz - dijo Aleksan en voz baja mientras volvía a dormirse.
- ¡¡¡¡ALEKSAN!!!!
- ¡¡Señor si señor!!

Aleksan se incorporó de medio cuerpo instantaneamente con los ojos cerrados, pero el resto del movimiento para levantarse fue mucho más lento, casi con dolor.

- ¿Un café podría tomarme antes? No he dormido ni dos horas...
- Dios... vale, ya pediré que te lleven uno a la sala, pero haz el favor de ir inmediatamente, nos estás haciendo quedar como unos impresentables y esto podría tener sus consecuencias ya que...
- ... consecuencias... zzzzzz... - Aleksan poco a poco fue cayendo de nuevo a su posición inicial de sueño.
- ¡¡¡ALEEEEEEEEEEEEEKSAN!!!
- ¡Estoy despierto!

Aleksan se puso de pie de un salto.

- Uff... me he levantado muy rápido, ahora me estoy mareando... ¡¡va venga, dónde está el hordo!!

Aleksan soltó un sonoro eurcto.

- ¡Se va a cagar!

Aleksan salió de la habitación tras tropezar con un cubo, un par de fregonas, y darse de bruces con la puerta.

- ... ¿qué he hecho yo para merecer esto? - se preguntó Martillaco mirando al cielo.

Aleksan andó por el pasillo hasta que llegó al distribuidor. Ahí vió a Nibea, quien ya estaba metida de medio cuerpo para arriba dentro del cajón de la cubertería. Sólo sus pequeñas piernecitas asomaban del cajón mientras escarbaba buscando algo de valor.

- Grrrr... malditos rácanos... ¿dónde guardarán el oro y los brillantes esta gente? - musitó Nibea mientras rebuscaba.
- ¿Qué dices maldita canija? - dijo Aleksan.

Inmeditamente un afilado cuchillo voló desde el cajón hasta la cara de Aleksan, clavándose en la puerta que éste tenía a escasos centímetros de la nariz.

- Maldita sea... he fallado... - dijo Nibea.
- Ah muy bien... -dijo Aleksan sin inmutarse- ¿así que esta es mi parte del botín, no?
- ¡Ya te daré yo lo que te mereces algún día maldito Paladín! - gritó Nibea.
- ¡Anda y estírate de los pies a ver si creces! - le dijo Aleksan.

Aleksan continuó su camino hasta salir de la sala. Una vez fuera sacó su runa de comunicación.

- ¿Martillaco? Si soy yo... no, ahora voy, pero antes quería comentarte una cosa... ¿quedamos en el distribuidor del pasillo? Si, al lado de donde guardamos la cubertería. Si, ya estoy aquí... hasta ahora.

Aleksan se guardó la runa y salió corriendo partiéndose de risa "¡Ya verás la que se lia cuando pille a la ñoma maldita!"

Finalmente llegó a la sala de recepciones. Se alisó un poco el pelo antes de entrar, y comprobó que su aliento era nefasto... pero poco podia hacer ya.

Al abrir la puerta se encontró sentado en el sofá a un enorme tauren que portaba el tabardo de los Recios. Aleksan se inclinó gracilmente ante él, y el tauren le devolvió el saludo.

- Hola Ragtorak, Martillaco me ha informado que vienes a nosotros para confirmar el pacto de paz que nuestras hermandades mantienen desde tiempos inmemoriales. Me imagino que hará relativamente poco tiempo que perteneces a los Recios... hace años ya que nosotros aceptamos a tu hermandad como leales aliados pese a formar parte de la Horda, y éste hecho hay que agradecérselo a dos excelsos miembros de tu hermandad... Sir Dorian y Lady Breeza. Si bien estas dos personas hicieron posible el acuerdo, nuestro pacto no era en exclusividad con ellos si no que el respeto que sentiamos hacia ellos nos obligaba a incluir en el pacto de honor a todos aquellos que portasen su mismo tabardo y defendiesen los mismos ideales que tan grandes compañeros defendían en su momento. Nuestro pacto de honor se debe a los Recios, y si aún manteneis vivo ese honor el pacto para nosotros sigue tan vivo como el primer día. Dime Ragtorak... ¿es así? ¿Sigue vuestro honor donde lo vimos por ultima vez hace ya tanto tiempo?

El Tauren se disponía a responder cuando justo en ese momento se abrió de golpe la puerta, y Nibea apareció volando mientras pegaba un chillido:

- ¡¡¡Ayyyyy!!! ¡¡Lo juro jefe que no he tocado nada!! - gritaba Nibea mientras de un salto se agarraba a la lámpara de araña que colgaba del techo.

Justo detrás suyo entró corriendo Martillaco maza en mano.

- ¡¡Ladrona desvergonzada!! ¡Si te he pillado con las manos en la masa, no me mientas! - gritó Martillaco.
- ¡Buaahh! -lloró Nibea- Yo no he sido, ¡ha sido el loladín!

Nibea se balanceaba como podía de la lámpara mientras Martillaco intentaba acertarle lanzando Choques Sagrados. Aleksan bostezó con pereza, mientras el tauren miraba la escena absorto.

- ¡Baja de ahí mono de feria! - gritó el dranei.
- ¡No que me harás daño! ¡Sólo soy una pobre y débil gnoma!
- ¡A otro pulpo con ese cuento!

Nibea se balanceó con fuerza hasta que cogió inercia y saltó atravesando una ventana de cristal. Martillaco corrió hacia la ventana justo a tiempo para ver a la gnoma caer sobre unos fardos y prepararse para la huida.

- ¡No corras que te encontraré! - gritó Martillaco.
- ¡Muahahaaaa! ¡Pedazo de nuff, la plata ya es mía! - rió Nibea.

Nibea salió corriendo. Martillaco miró a Aleksan y al tauren, quienes permanecían en silencio.

- Señores... - dijo Martillaco haciendo una reverencia antes de salir de la habitación.

Aleksan y Ragtorak se miraron. La habitación estaba patas arriba como si hubiera entrado un torbellino.

- Como iba diciendo... -Aleksan se hurgó la nariz- ... los Ecos de Lordaeron afirmaron su amistad con los Recios hace mucho tiempo.

Aleksan se inclinó hacia el tauren.

- ¿Deseais que esta situación se mantenga?

El veterano paladín apareció por la puerta de la hermandad apestando a cerveza cebatruenos y con el cuerpo lleno debriznas de hierba, tenía cara de pocos amigos y cuando oyó el ruido de pelea vio salir por la ventana a la gnoma su rostro se tornó cansado, más aún de lo que ya estaba, y se remarcaron las bolsas en sus ojos, irritados por las lágrimas
Ni siquiera levantó la vista al grito de su compañero paladín, mientras se acercaba a la puerta y escuchaba algo sobre los recios de boca de aleksan, un momento de silencio y una disculpa de martillaco y aleksan que preguntaba algo a un tauren...un tauren? levantó un poco la vista para interesarse por la visita mientras entraba por la puerta cuando una enorma masa azul se abalanzó sobre él, pero alos de entrenamiento le permitieron esquivar parcialmente al enorme draenei con una nueva técnica de boxeo borracho que había estado entrenando....pero que no estaba muy pulida; el draenei intentó frenar para no arrollar a thoros, pero perdió referencia al apartarse éste de una manera demasiado extraña, martillaco se quedó anonadado por el movimiento un segundo mientras perdía pie en el escalón de salida, y cuando caía vio a thoros hacer un gesto extraño con sus piernas y darse un sonoro golpe contra el marco de la puerta...el sonido de las armaduras de placas chocando contra el suelo retumbó en la sala y se hizo eco en el exterior. En una esquina, la gnoma escurridiza descubrió su posición por no poder aguantar la risa viendo a sus "amados" paladines en tan cómica situación.

El sonido de carcajadas surgió de la boca del draenei, lo que acababa de ver le recordó a aleksan volviendo sonriente de una taberna, pero no se lo imaginaba en thoros, y fue demasiado para su ira anterior, pudo con ella y dio rienda suelta a la risa, olvidando su persecución.
Thoros se estaba levantando, en un análisis mascullado de cómo corregir ese movimiento teniendo en cuenta las cantidades de alcohol en sangre y algunos análisis del manual de tankeo avanzado capítulo 4, artículo 85 párrafo 4 entradas 2, 3 y 5, mientras aleksan y el sorprendido tauren miraban con cara de asombro, y un cigarrillo caía de la boca del embajador de ecos.
Mientras, por la puerta entraba alguien con un café para aleksan

El embajador de recios miraba de un lado atónito, con cara de no enterarse bien de lo que estaba pasando, sería ésto una broma de montador de cuadros goblin 500 oculto? donde estaba ese montador, por lo que le habían dicho era grande, difícil de ocultar....

La voz de thoros, ronca y resacosa, se escuchó para romper el silencio:
-"Perdonad la interrupción, podéis continuar, y si la respuesta es afirmativa mandadme un mensaje con los planes deataque a la plaga en northrend para coordinarnos en los flancos, no quiero q se repita lo de cementerio de dragones y nos pille quien sea de esa manera, ni quiero estorbaros en vuestras operaciones de reconocimiento, ni que me reventéis el trabajo de la gnoma, o que nos veamos atacando el mismo sitio sin maniobras de...."

Y seguía hablando mientras pasaba a las habitaciones interiores, mientras martillaco seguía riendo, y aleksan se giraba con cara de vergüenza y encendiendo nervioso otro cigarro de hierbas del exodar que le habia pasado galwenn, mirando hacia el atónito tauren: "Y bien...? (sigh)"

Bien, que asi sea pues, como era de esperar, valientes hombres de honor forman esta hermandad.

No se preocupe Maese Martillaco, que a bien tendremos de respetar el pacto, y si algún incidente se produjera entre alguna hermandad con la que esteis aliados, y Recios, aunque no nos una ningun pacto con ellas, me comprometo a hablar e intentar aclarar las cosas, antes de que la ofensa llegue a mayores...

Y Maese Aleksan, no dude de que el pacto se mantiene, y el honor sigue intacto,

Alabada sea la Amistad entre Ecos de Lordaeron y Recios!

Dicho esto, el enorme tauren salio con paso firme pero presto por la puerta...